Carlos

Carlos tiene casi treinta tacos, pero está hecho un chaval. Tiene la mente de un adolescente y me encanta que así sea. A Carlos le gusta dar patadas voladoras, vestir camisetas ajustadas y conocer chicas, indefectiblemente más jóvenes, por el "interné".

Carlos es un canalla que en su casa les tiene a todos muy engañados. Carlos es un calavera con alma de galán. Carlos es mi amigo desde hace más años de los que a él le gusta reconocer y si fuera mariquita, que no lo es mire usté, sería como la zarzamora: la perdición de los hombres.

Lo último que me contó es que había conocido a una niña en un chat.